¿Cuántas veces piensas en hacer un regalo, pero te aburre la misma bolsa u envoltorio de siempre, o ese papel que cuando llega a las manos del agasajado ya se ha arrugado? En esta oportunidad te mostramos cómo poder crear cajas de regalos hechas a mano para que sean también parte del obsequio, y pueda ser útil para guardar bijouterie, cartas o cualquier otro elemento.
¿Cómo hacerlas?
Debes tomar un cartón semiduro del color que más te agrade y del tamaño suficiente para que quepa el obsequio. Hay muchos modelos pero en este caso te proponemos uno bien sencillo. Debes trazar un cuadrado en el centro de la hoja y luego extender hacia un lado dos cuadrados más del mismo tamaño y hacia los otros tres lados solamente uno por cada lado. Te quedará una forma de cruz. Luego debes agregarle 2 ó 3 centímetros más de acuerdo al tamaño de la caja, para poder hacer las “narices” correspondientes y pegarlas cuando la armas.
Si quieres y te gusta la pintura decorativa puedes hacerles el diseño o detalle qué más te guste.
Una alternativa más sencilla
En caso qué no quieras armar la caja, puedes hacer algo aún mucho más sencillo y va a tener la misma finalidad: puedes tomar una caja de cartón de acuerdo al tamaño del regalo, como por ejemplo una caja de zapatos con su respectiva tapa. Sácales todas las etiquetas y hazle dos ventanas a los lados. Debes calarlas con alguna trincheta o cutter.
Lo mismo puedes hacer en la tapa. Pinta la caja con acrílico del color que elijas. Si es un regalo para una niña, cubre esas ventanas por la parte interior con tul o con encaje rosa o blanco. Pégalos con un pegamento para tela, y luego forra los interiores con un género acorde para emprolijar la superficie.
En caso que sea un varón, puedes cubrir esas ventanas con un papel de su personaje favorito y, si te animas, puedes convertirlo en un automóvil pegando acetato en las ventanas que calaste, y dibujándole unas ruedas y los detalles del automóvil sobre la caja. De esta manera y con muy poco dinero puedes hacer dos regalos en uno y además el envoltorio también quedará como un recuerdo.
Ratona de biblioteca, trabajo de correctora part-time para varios sellos editoriales. Cuanto cae en mis manos lo leo, desde un libro hasta la etiqueta del shampoo! 😛 (y por ahora no uso anteojos!)
