Un obsequio debe estar pensado desde el primer minuto en la persona destinataria, y siempre es mejor, según mi propia experiencia, recibir algo que nos agrade, que podamos disfrutar y no tanto algo que necesitemos.
Para ejemplificar: prefiero una rica caja de bombones en lugar de una remera, que tal vez me quede chica o sea demasiado audaz para mi retraída personalidad. Claro que es una preferencia, pero de todos modos ¿quién no desea recibir un obsequio y sorprenderse con un detalle inesperado y original?.
Lo importante es regalar lo que a la otra persona le gustaría y no lo que nos gusta a nosotros.
Algunos regalos navideños para nuestros novios pueden ser:
- Perfumes.
- Una buena botella de vino.
- Una cena romántica.
- Un GPS.
- Un mp4.
- Un mini viaje para dos.
- Un día de spa.
- Una Tablet.
- Un voucher para una sesión de masajes o baño de espumas.
- Chocolates.
- Un desayuno a domicilio.
- Una hermosa serenata (sobre todo para los más románticos).
- O los fabulosos big box, de gastronomía, belleza, bienestar, aventura o deporte: son kits que se compran para que la persona programe su día, elija la fecha, la actividad, el lugar etc. Por ejemplo se puede obsequiar un viaje en globo, una experiencia de buceo, una sesión de masaje tailandés o una cena en un restaurante giratorio. Es decir que entre varias opciones el homenajeado elije su regalo a gusto y voluntad. Nada mejor que poder elegir su propio presente y más aún si este es novedoso y divertido.
Ya están al corriente de las tendencias del mercado. Regalen con amor y si es para compartir mejor aún. Sorprendamos a esa persona especial que nos acompaña cada día y que hemos elegido para compartir nuestra vida.

Para los que no me conocen, soy experto en todas las materias de la Navidad. Confecciono regalos, viajo por el espaciotiempo, y hago el mejor delivery del mundo –y el más importante. ¿Mi nombre? Papá Noel. Aunque muchos sólo me dicen Santa.