Tolstoi es uno de los escritores más importantes de la historia de la literatura y el más grande, junto a Dostoievski, de la Rusia imperial del siglo XIX. Nació en Yasnaia Poliana en 1828 y murió en 1910 en la estación de Astápovo. Tolstoi estudió Derecho en San Petersburgo. La Guerra y la Paz la escribió entre los años 1865 y 1869, luego de haber publicado Los Cosacos, Felicidad conyugal, Dos húsares, Relatos de Sebastopol, Juventud, Adolescencia e Infancia, por citar algunos.
La novela fue concebida y escrita mientras reposaba luego de un accidente de caza, en el que se rompió el brazo al caer de su caballo. Antes de ser una novela se publicó en serie en “El Mensajero Ruso” durante dos años, y luego se editó bajo el nombre de “AÑO 1805”. Una obra descomunal cuyo título original tuvo ciertas discusiones en virtud de que “paz” y “mundo” se escriben de la misma manera en la lengua rusa, por lo que el mismo Tolstoi debió echar un poco de luz sobre su verdadero sentido, al publicar la obra en francés con el nombre que ha perdurado.
Contexto histórico de «La Guerra y la Paz»
Como se señala también en Anna Karenina, Tolstoi es un realista de la primera orden cervantina: el reflejo de la realidad social profunda de su sociedad: la revolución como camino de realización de las clases desfavorecidas, el reflejo patente de la Revolución Industrial, los abusos de la aristocracia, el campesinado humilde, la urbanización, etc. Toda la obra de Tolstoi es paradigma de la novela realista en la que se describe objetivamente y sin tapujos las miserias y virtudes de la sociedad rusa, con sus problemas sociales, culturales y filosóficos.
Tolstoi se enroló en el realismo espiritualista, posteriormente en el anarquismo no violento (cuyas ideas se las transmitirá al propio Mahatma Gandhi), y culminó sus días con profundas vetas místicas. Tuvo gran influencia la obra de Proudhon en La Guerra y la Paz, quien fuera un filósofo político y revolucionario agrario, de origen francés y considerado el creador del anarquismo; Proudhon estaba en la vereda de enfrente a la de Marx, sobre todo por el carácter asistemático de su obra, sus contradicciones y sobre todo por la calidad y elevación de su estilo. Proudhon publica en 1861 “La guerre et la paix” donde defiende el derecho de la fuerza sobre el hombre como derecho primigenio del mismo, donde los conflictos bélicos son consecuencia de la pobreza y ésta de la falta de trabajo; eliminados estos flagelos de una sociedad: eliminadas las guerras.
Tolstoi leyó ese libro y estuvo tan de acuerdo con esas ideas que tomó su nombre para construir su soberbia novela. Fue parte del patético y cruel sistema burocrático y absolutista del zarismo ruso que se extenderá siete años más que la vida de Tolstoi: hasta 1917. Durante el gobierno zarista, sobre todo bajo el poder de Nicolás I (que ocupa trono imperial desde 1825 hasta 1855) las diferencias sociales son abrumantes, la administración sumamente corrupta, gran represión de masas con dispersiones y asesinatos, fusilamientos y censura, entre otros tantos males imperiales. La novela incluye personajes y sucesos históricos anteriores al nacimiento del escritor pero que los rescata para consolidar su mensaje.
La obra se basa en las guerras de principios de siglo contra la Francia de Napoleón I y la paz postnapoleónica. Como en Anna Karenina describe la vida de la aristocracia (a la que él pertenecía), su hipocresía, sus tertulias, y la vida del frente de combate -que también conoció al acompañar a su hermano en custodia de un convoy de enfermos y que lo afectó profundamente-). De hecho, el libro comienza con una referencia concreta a la batalla de Austerlitz, también conocida como la batalla de los Tres Emperadores, iniciada el 2 de diciembre de 1805; fue el más importante triunfo napoleónico (considerada como una de las batallas más geniales de la Historia bélica del mundo, estudiada incluso en la actualidad) en el que se enfrentó contra el Imperio Ruso, comandado por el Emperador Alejandro I, nieto de Catalina La Grande, y el Imperio Austríaco, encabezado por Francisco I. La derrota austriaca, pero sobre todo la rusa, además de la lucidez estratégica de Napoleón, se debió a que los oficiales de alto rango se reclutaban de las clases aristocráticas y los milicianos de línea no superaban el nivel regimental y eran sometidos a un sistema disciplinario cruel que incluía las golpizas sistemáticas; a esto se sumaba el poco entrenamiento que recibían y el bajo nivel intelectual de los mismos. Tolstoi conocía esta situación, había presenciado la cara real y sacrificada de los soldados y comprendió que eran los pilares esenciales del imperio, y, paradójicamente, los más despreciados, por lo que lo invadió un sentimiento de injusticia e impotencia que volcó en su obra.
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Nací en Buenos Aires. Fue el 10 de noviembre del año 36 del siglo XX. Ese día murió José Hernández, curiosa circunstancia: la tradición ha acompañado mi vida.
Mi padre fue Noé Humberto Quiroga, un ingeniero que pavimentó, a diestra y siniestra, muchos caminos de la querida patria. Mi madre fue Angélica, un ángel simple, que enfermó cuando me ausenté de su lado para estudiar derecho en la ciudad capitalina. Lavié fue su apellido: no dejes de usar el apellido de tu madre pues a ella le debes la vida.
Es por eso que me conocen como Humberto Quiroga Lavié.
Un comentario
Gracias a unas «vacaciones» obligas pude leer «Guerra y Paz» en aproximadamente 15 días. Con el fin de hacer un artículo sobre un par de temas que aborda Tolstoi en esta monumental obra efectué varias anotaciones. Para iniciar mi texto, revisé varios estudios que circulan en la red. Constaté que muchos de estos trabajos están plagados de errores. Creería que algunos comentan la obra sin haberla leído. Su trabajo me sirvió de mucho. Cada opinión que usted plasma se fundamenta en la obra y en el preciso comentario.