De acuerdo al lugar donde vivas, los cinturones serán conocidos con el nombre de correa, cincho o cinto, entre otros, pero al fin y al cabo cumplirá esta misma exacta función: sostendrá tus pantalones o falda, y de paso, te hará lucir con un toque moderno y particular, realzando no solamente las prendas que lleves puestas, sino también tu figura.
Tal vez pienses que este accesorio es una prenda que se inventó en estos tiempos que corren, pero la historia se remonta a muchos siglos atrás. Te sorprenderá saber que se han hecho descubrimientos donde se comprobó que ya había indicios de este elemento en la edad de bronce (período de la prehistoria). Sin embargo en la Edad Media era extraño encontrar su uso en la moda femenina. Esto comenzó a tener auge a partir de la década de 1920 y 1930.
Materiales y tipos
En principio se confeccionaban de cuero pero con el correr del tiempo se fueron incorporando distintos tipos de materiales. Puedes encontrar cinturones tejidos, otros armonizando con los zapatos y la cartera, también los hay de tela haciendo juego o en contraste con algún trajecito con falda, con aros de madera, de lana o hilo y mil variedades de acuerdo a la época y estilo del momento. Sin embargo hay dos materiales que se incorporaron y fueron muy bien aceptados por la industria del cinturón y por los fanáticos de estos: los polímeros plásticos y las gomas. Por su practicidad y precio permite tener una mayor variedad de colores y diseños. Además otro elemento que pasó a ser importante en el cinturón fue la hebilla. Algunas labradas, otras con las iniciales de la persona, con animales o simplemente finas y delicadas, la mayoría son fabricadas en metal por su gran resistencia. En la moda del cinturón todo vale. Un conjunto de ropa que puedes considerarlo aburrido y sin gracia, puede lucirse con un simple cinturón.
Ratona de biblioteca, trabajo de correctora part-time para varios sellos editoriales. Cuanto cae en mis manos lo leo, desde un libro hasta la etiqueta del shampoo! 😛 (y por ahora no uso anteojos!)