Atención padres! Aquí he juntado los 10 errores más comunes que producen mucho daño en los hijos; para reflexionar sobre ellos y prestar atención a nuestro comportamiento en el día a día.
Está de más aclarar que todos los que somos papás queremos lo mejor para nuestros chicos, pero muchas veces ese amor tan incondicional nos lleva sin querer a cometer errores que en el largo plazo puede terminar haciéndoles mal a nuestros hijos.
Algunos de los errores más comunes que cometemos los papás son:
- Decirles que sí a todo: es acostumbrarlos a que se haga siempre su voluntad, y esto en cierta forma les impedirá adaptarse al mundo real, ya que no siempre sucede todo a nuestra conveniencia.
- Compensarlos con cosas materiales: en ocasiones muchas personas intentan darle a sus hijos muchísimas cosas materiales, de tal forma de tapar falta de tiempo con ellos, o una relación áspera. Lo mejor que podemos brindarles a nuestros hijos es amor y calidad de tiempo, momentos compartidos que refuercen el vínculo más y más.
- No establecer límites ni pautas de conductas: evita que se acoplen a un mundo con normas, reglas, transformándolos en personas que en su edad adulta siempre trasgredan, no concilien, se crean dueños de la verdad, lo cual entorpece sus relaciones y su calidad de vida.
- Vivir pendiente de ellos relegando nuestra propia vida: es malo para ambos, porque si les estamos «encima» les quitamos individualidad e independencia, y nosotros renunciamos a vivir; esto no es sano ni lógico.
- Allarnarles el camino, no dejar que atraviesen obstáculos, de alguna manera simplificarles todo.
- Querer ser los mejores amigos de nuestros niños: no es una buena idea, pues no somos sus pares, somos sus papás, ¿cómo educarlos si nos comportamos como sus camaradas? Ser padres no es renunciar a establecer un vínculo sólido; al contrario, es vital ese vínculo, pero es uno muy diferente al que tenemos con amigos.
- Presionarlos para que sean los mejores en todo: el mejor alumno, el deportista supremo, etc; esta presión puede generar tensión, ansiedad, y frustración en caso de no cumplir con las elevadas expectativas impuestas por nosotros.
- Hacer todo por ellos: no dejando que maduren o que afronten sus responsabilidades. ¿Quién no le ha ayudado a su hijo a terminar un mapa, o a completar un cuestionario? pero ayudar a… no es hacerle todo el trabajo, mientras ellos miran televisión o salen con amigos.
- Tratarlos siempre como si fueran bebes es de alguna manera impedir que crezcan y se desarrollen de acuerdo a cada etapa que vayan atravesando.
- Sancionar el error: que los chicos se equivoquen es completamente normal y hasta saludable. Debemos darles la oportunidad de que aprendan de sus tropiezos y lo capitalicen. De eso se trata vivir: ¡aprender!

Ratona de biblioteca, trabajo de correctora part-time para varios sellos editoriales. Cuanto cae en mis manos lo leo, desde un libro hasta la etiqueta del shampoo! 😛 (y por ahora no uso anteojos!)