Existen diferentes clases de termómetros con ciertas diferencias según cual sea su utilización específica, el rango de temperatura a contemplar, o la precisión exigida para cada caso.
Las variaciones entre los diferentes modelos radican en su elaboración y materia prima, pero más importante aún en el tipo de material que se utiliza como elemento receptor de los cambios de temperaturas y sus capacidades para traducir ese viraje en una escala medible, ya sea en grados Celsius, Fahrenheit, o su pasaje a Kelvin (al sumar el índice 273 a los grados centígrados).
Entre los distintos de termómetros podemos mencionar:
- Termómetros líquidos:
– De mercurio: es una camisa de vidrio sellado con un filamento de metal en estado líquido (mercurio). Es el conocido como «de tipo familiar» o «de uso hogareño», para medir la temperatura corporal de las personas. Son portátiles y su medición es directa.
– De alcohol coloreado: estos se han fabricado por ser menos peligrosos que los de mercurio, aunque a decir verdad son menos precisos que los antes mencionados. - Termómetro de gas: es de alta precisión, se utiliza como instrumento normativo y para las graduaciones de otros termómetros. El gas utilizado es el helio, hidrogeno, o nitrógeno.
- Pirómetros o termómetros sin contacto: miden a distancia sin necesidad de entrar en contacto con los objetos gracias a la radiación que estos emiten. Son utilizados en industrias como fundición y vitrofusión.
- Termómetros con láminas bimetálicas: estos están compuestos por dos láminas metálicas cuyos coeficientes de dilatación son bien diferentes, entonces al virar la temperatura una de las láminas se curva y este movimiento hace que se mueva una aguja que señala la temperatura.
- Termómetro de resistencia: estos logran medir la temperatura gracias a una resistencia comunicada a un alambre de platino que permite señalar la temperatura precisa.
- Termopar o termocupla: este se basa en la fuerza electromotriz que se genera al calentar la soldadura de dos metales.
- Termómetros clínicos digitales: son aquellos que se utilizan para medir la temperatura corporal. También son de ámbito casero y funcionan a partir de un circuito electrónico que traduce la medición en números. Emite señales sonoras cuando culmina la medición (en caso de temperatura corporal normal da un tipo de sonido diferenciado del que se oye si la temperatura excede la normalidad). Tiene la ventaja de ser libre de mercurio en su fabricación y no son contaminantes.
Cabe aclarar que los termómetros que están elaborados con mercurio como elemento medidor son altamente contaminantes del medio ambiente y remiten un peligro latente para la salud.

Soy profesor de educación media al cual le gusta abrir y reparar cuanto objeto no funcione (aunque luego me sobren tornillos!) 🙂 Tengo una fascinación por los deportes acuáticos, y algunos veranos atrás trabajé de socorrista en las playas de Barcelona (muchas anécdotas). En infotopo principalmente colaboro con notas deportivas y técnicas, como aspirante a geek que soy.
2 respuestas
Una pregunta: ¿vale la pena gastar esos pesos de más que cuestan los termómetros eléctricos? ¿O con los clásicos de mercurio está bien?… fueron dos preguntas je! 😀
Hola Chivi! La diferencia radica en la versatilidad que tienen los electrónicos, pues la temperatura la brindan enseguida y se lee fácilmente, mientras que los de mercurio siempre hay que agitarlos para que el mercurio interno vuelva a cero antes de colocarlos bajo el brazo, y si uno se lo coloca mal sin la suficiente presión hacen un mal registro. Pero por supuesto que los «vintage» funcionan bien y siempre lo harán! Saludos!