El maquillaje es un recurso fundamental para nosotras: nos ayuda a resaltar nuestros rasgos más hermosos, y disimular aquellos que no nos gustan tanto. Siempre que no sea exagerado, resultará favorecedor para todas, logrando una apariencia más femenina, llamativa y sensual.
Pero no siempre maquillarnos es lo más fácil del mundo. Muchas veces desearíamos perfeccionarnos para lograr resultados más satisfactorios, o conocer mejor cómo tratar las gamas y los recursos con los que contamos. Es en este sentido que he elaborado esta nota, enumerando los pasos fundamentales para lograr un buen maquillaje de rostro, con descripciones ágiles para que puedas aprovechar la información y ponerla en práctica rápidamente.
Pero, antes de comenzar, procura tener tu rostro bien limpio y, en lo posible, descansado, pues es el «lienzo» donde colocarás luego las pinturas.
Además, siempre intenta emplear, en la medida en que los bolsillos lo permitan, cosméticos y materiales de primera calidad. No sólo hacen la gran diferencia (mejores productos maquillan de manera más natural, como un «maquillaje» que se note pero no se note), sino que productos de mejor nivel aseguran mejor resistencia al tiempo, con niveles bajos o nulos de toxicidad a tu piel.
Dicho esto, ahora sí, aquí están los pasos para un buen maquillaje de rostro:
Pasos a seguir
- Lo primero es colocarse una buena base compacta, y de un tono similar a tu piel. En este paso, lo más importante es «normalizar» o preparar tu piel, homogeneizándola pero evitando un efecto artificial. Cuando erramos el tono, el resultado es «piel de fantasma» (ocurre si recurrimos a una base demasiado clara o dispar a nuestro cutis normal).
- Ahora, si es necesario, aplica un corrector (en este caso sí de un tono más claro que la piel) para poder contrarrestar manchas, ojeras, pecas, etc. Este paso es de «refuerzo» o de corrección de base.
- Agrega un polvo volátil, en gama con nuestra piel, para lucir fresca y muy natural. Piénsalo como una iluminación. Recuerda extender hasta el cuello para poder unificar tu rostro con el escote, obteniendo así un resultado más armonioso.
- Da matiz con una sombra a elección, teniendo la precaución de iluminar más la zona del lagrimal y cercana a las cejas, para dar la percepción de ojos más grandes y separados.
- Ahora enmascara las pestañas y delinea los ojos. Cabe aclarar que los tonos marrones o chocolate hacen los rasgos más suaves, mientras que el negro los intensifica (lo que lo hace más conveniente para la noche).
- Maquillarse los labios con un labial de un color que nos favorezca, bien sutil para el día, y más intenso por la noche y eventos nocturnos como fiestas; de ser necesario, se puede delinear previamente con un lápiz similar al tono de los labios; éste permite definir más la boca, y que el labial se fije mejor, logrando así un efecto más contundente y duradero.
- Para terminar, completar con un rubor, que será elegido según el tono de la piel. Para pieles frías o claras, se recomiendan los tonos rosas y/o duraznos; en cambio, para las más morenas, se prefieren los cobrizos o tierras.
Recordar que el maquillaje nos ayuda siempre y cuando no sea muy sobrecargado. No cometamos el error de creer que «más es mejor», porque, lejos de beneficiarnos, nos hace ver mayores y menos delicadas.
Ahora, sólo resta ponerse en acción con este maquillaje paso a paso, y lucir más bellas que nunca. Espero que tengan los mejores resultados.

Ratona de biblioteca, trabajo de correctora part-time para varios sellos editoriales. Cuanto cae en mis manos lo leo, desde un libro hasta la etiqueta del shampoo! 😛 (y por ahora no uso anteojos!)


