¿Cuándo y cómo decirle a mi hijo que los reyes magos son los padres en realidad?

¿Cuándo y cómo decirle a mi hijo que los reyes magos son los padres?

¿Cuándo y cómo decirle a mi hijo que los reyes magos son los padres? es una pregunta que muchos padres solemos hacernos, sobre todo cuando los chicos van creciendo y comienzan a sospechar, o a hacer preguntas desconfiadas.

Esperar a los reyes magos siempre es una ilusión mágica para el niño, y por eso a los padres en general les cuesta trabajo y planeamiento contar «la verdad», si bien existen aquellos que, armándose de valor, toman la decisión, cuentan la verdad, y ya. Sin embargo muchas veces algunos aguardan a que sus hijos se enteren indirecta y espontáneamente, a través de sus pares (ya sea compañeros de colegio, del club, primos más grandes o hermanos que siempre están dispuestos a poner al corriente a los más pequeños del hogar).

En mi caso particular todavía recuerdo esa noche: tenía diez u once años y mi madre, sin previo aviso, me informó algo que recuerdo como «los reyes no existen, son los papás los que hacemos los regalos»… Y ¿saben qué? ¡De pronto experimenté una suerte de traición! Me sentí como si el mundo fuera a acabar: bronca y una gran desilusión. Y, aunque hoy suene exagerado, creo que en mi generación todo era más determinante, más binario, más blanco o negro. En cambio las generaciones nuevas poseen otra actitud y con la sensibilidad del siglo 21 realmente logran metabolizar rápidamente o bien desdramatizar este tipo de acontecimientos caseros para bien o para mal.

La mejor decisión

En mi experiencia lo mejor es dejar que el niño descubra el gran secreto cuando llegue el momento correcto. Tal vez un comentario o algo que escuchó por ahí será suficiente como para que lleguen y pregunten: «¿los reyes magos son los padres?» Y creo fervientemente que ése es el momento para que lo sepan, porque cuando el niño pregunta está indicando que una parte de él ya se encuentra preparada para escuchar la verdad, ¿y qué mejor de la boca de uno de sus padres?

 

 En ese instante, cuando el niño tiene dudas y cuestiona, hay que decir la verdad; seguir mintiendo es negar a que crezcan, maduren y evolucionen.

 

CONCLUSIÓN: Los padres seguramente vamos a seguir haciendo las veces de «reyes» toda la vida, pues seguiremos mimando a los chicos con el mejor obsequio que esté a nuestro alcance, y lo bueno es que desde ahora lo agradecerán con un gran beso y abrazo, ya que el misterio ha sido develado. Disfrutemos de verlos crecer, porque ¡cada etapa de la vida encierra tesoros maravillosos!

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