¿Cómo conservar tus alhajas?

conservar tus alhajas

En este informe aprenderemos cómo conservar nuestras alhajas, para que estén siempre bellas y nos hagan lucir maravillosamente.

Nuestras alhajas suelen ser muy importantes, más allá del valor económico que cada una pueda tener, ya que muchas son recuerdos de un ser amado, herencia, o un presente hecho por alguien muy especial; por tal motivo tienen un gran significado sentimental. Además son objetos accesorios que embellecen nuestro estilo y complementan la vestimenta acentuando nuestra personalidad.

Las alhajas (como piezas metálicas) suelen ser muy delicadas, por lo tanto requieren un cuidado muy especial para mantenerlas en buenas condiciones e incrementar su durabilidad.

Por supuesto que cada metal exige un cuidado específico, diferente a otro, pero con fines prácticos les daremos un cuidado básico general que funcionará para todas sus joyas, sean originales, o de fantasía.

Consejos para cuidarlas:

  1. No guardar a todas en el mismo estuche o cofre: pues debido al rose estas pueden rayarse o enredarse entre sí, y como son piezas frágiles, al intentar desenredarlas corremos el riesgo de que se rompan.
  2. Mantenerlas alejadas de la luz directa y las altas temperaturas: esto se debe a que muchos metales pierden su brillo, cambian sus tonos, o se oscurecen debido a un fenómeno oxidativo, como es el caso de la plata; para esto se deben envolver en pañitos de pana o terciopelo de manera individual.
  3. No retorcerlas: muchas veces al guardarlas intentamos hacerlas entrar en un recinto pequeño y las curvamos; esto no se debe hacer, se deben guardar en un pañito, de manera plana, para que no sufrir deformaciones.
  4. Mantenerlas alejadas de lacas, perfumes y cosméticos: debido a que algunas de ellas pueden ser susceptibles a manchas, o a un viraje de la coloración del metal en caso de contactos con estos productos.
  5. Mantenerlas lejos de la humedad: el agua es enemiga de los metales ya que los oxida; sobre todo si tienen cierre imantado, prestar especial atención a que no entren en contacto con agua o zonas de humedad, pues este puede oxidarse y deja de ser efectivo.

En cuanto a la limpieza hay diferentes líquidos especiales o caseros (como bicarbonato y limón) que son muy eficientes. Frotarlas con una franela en seco siempre es una buena solución; pero si son costosas les recomendamos que consulten con su joyero amigo.

Ahora que ya sabemos cómo conservar nuestras alhajas para mantenerlas en perfectas condiciones no esperemos más e invirtamos un tiempito en acomodarlas correctamente para que cuando llegue el momento, nos ayuden a brillar!

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