Los cachorros son criaturas dulces, emotivas, que llegan a nuestra familia para compartir infinitos momentos de la vida cotidiana; la responsabilidad es gande, y sin duda debemos estar dispuestos a amar, proteger, y, por supuesto, educar a través de ejercicios de estimulación que permitirán que nuestro cachorrito tenga un carácter asertivo para vivir en armonía consigo mismo y con las personas con quien conviva.
Estimular a nuestro cachorrito no solo nos ayudará a que él pueda desarrollar sus capacidades, sino a que se retroalimente progresivamente el vínculo con su dueño en ese proceso enriquecedor, tanto para nosotros como para la mascota. Porque aprenderemos mucho gracias a ellos.
10 consejos para estimular a tu cachorrito:
- Paciencia: es lo primero que debemos tener al embarcarnos en este desafío de incentivar a nuestros amiguitos caninos; en especial cuando son «bebes». Al principio puede resultar una tarea titánica, pero créanme que con calma y amor todo se logra.
- Hablarle: repetir en el tiempo ciertas palabras o frases para que el animalito las aprehenda; podemos acompañarnos señalando con el dedo, pues es sabido que la mayoría de los perros captan hacia donde miramos o en qué dirección apuntan nuestros gestos.
- Establecer períodos breves (de 20 minutos aproximadamente) para no saturar al animal, previniendo que se hastíe ni experimente una tediosa imposición.
- Es buena estrategia comenzar con lo más simple; llamarlo por su nombre desde otra habitación para que desarrolle su sentido auditivo.
- Pasearlo diariamente y enseñarle a que camine junto a nosotros; y si nos detenemos que él también lo haga, para que aprenda paulatinamente a dosificar su energía acompañando la nuestra.
- Esconder comida debajo de algún juguete, o en el jardín, para que mientras sigue el rastro vaya desarrollando su olfato.
- Pedirle que se siente antes de comer para que no lo haga de manera desaforada (sino con tranquilidad); la palabra «despacio» es buena que se la repitamos en varias circunstancias (por ejemplo, en paseos) porque cuando el perro está relajado nos presta más atención.
- Colocarle algunos obstáculos para que vaya aprendiendo a sortear inconvenientes.
- Enseñarle a dar la pata: es una actividad que le permite socializar con nosotros y es todo un logro cuando lo conseguimos; sobre todo para nosotros que nos sentimos felices de que nuestro compañero pueda saludarnos.
- Jugar con ellos: dedicarles calidad de tiempo contribuye a que ejerciten, se diviertan, y crezca ese lazo de amistad genuina que solo ellos pueden darnos. Estudiar qué clase de objetos le divierten más y usarlos a nuestro favor para enseñarle diferentes tareas (por ejemplo, que arrojemos algo y lo traiga de regreso).
Estimular a un cachorrito puede parecer al principio una misión imposible, pero con el tiempo verán que no es así, que la capacidad de empatía entre el perro y el hombre casi viene de fábrica en los genes. Disfruten del proceso, nunca maltraten al animal ni lo asusten para conseguir que haga lo que queremos, y aprovechen ese amor infinito que nos brindan las mascotas!

Soy profesor de educación media al cual le gusta abrir y reparar cuanto objeto no funcione (aunque luego me sobren tornillos!) 🙂 Tengo una fascinación por los deportes acuáticos, y algunos veranos atrás trabajé de socorrista en las playas de Barcelona (muchas anécdotas). En infotopo principalmente colaboro con notas deportivas y técnicas, como aspirante a geek que soy.