Durante los días de verano, las preocupaciones de los nuevos papás probablemente recaigan en cómo hacerle la vida más fácil al bebé vistiéndolo correctamente para soportar semejantes calores del averno. Efectivamente, las altas temperaturas no sólo son sufridas por las personas adultas y de la tercera edad, sino también por los neonatos, que, aunque no puedan decirlo, también transpiran y sufren el calor. Entonces aquí van algunos consejos para vestir a un bebé recién nacido en verano
Durante los dos primeros meses de vida, la capacidad de regulación de la temperatura del niño no está totalmente desarrollada; por eso la idea es evitar las fluctuaciones de su propia temperatura corporal, es decir: mantenerla lo más constante posible.
Algunos consejos para saber cómo vestirlos:
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Elegir prendas de fibras naturales, como el algodón, ya que son suave al tacto, no irritan la piel y además absorben el sudor, para que no se sientan incómodos.
- Procurar que la ropa sea de la talla correcta, o en su defecto un poquito más grande, nunca ceñido, ya que esto lo incomodaría, y no permitiría la circulación del aire, a través de la ropa para que se evapore el sudor.
- Buscar un gorrito liviano, puede ser de algodón, para protegerlo de los rayos solares.
- Tratar de no exponerlo al sol fuerte en horarios picos, aunque la resolana también es importante de evitar. Se puede colocar protectores solares para bebes, hipoalergénicos y sin perfumes, para cuidar su piel. Aunque si prefieren no utilizar estos productos salga con una sombrillita o ropa de algodón larga para que no le den las radiaciones en forma directa en su delicada piel.
- Llevar siempre una muda de ropa por si es necesario cambiarlo, son más convenientes las prendas fáciles de poner y sacar, con broches en la parte inferior para reemplazar fácilmente el pañal.
Para saber que ponerle al bebe debemos utilizar el sentido común, si nosotros tenemos calor, él seguramente también lo tendrá. Los que saben, aseguran que con una prenda más que nosotros, liviana, bastará para que estén a gusto.
Para tener una leve noción de la temperatura del bebé, no debemos palparles las manos ni los pies (ya que por lo general estarán fríos) sino tocarles el cuello o la nuca: si están transpirados, es porque tienen calor.
Tener en cuenta si vamos a un centro comercial y demás lugares públicos, la probable presencia de un aire acondicionado funcionando a máxima potencia; por eso llevar un abrigo en el bolso para que no sufran fríos repentinos y lleguen a enfermarse.
Recordar mantenerlos correctamente hidratados. En este momento la lactancia materna será suficiente, aunque un poquito de agua no los dañará.
No tengan miedo de vestirlo en forma livina, ellos lo agradecerán.

Ratona de biblioteca, trabajo de correctora part-time para varios sellos editoriales. Cuanto cae en mis manos lo leo, desde un libro hasta la etiqueta del shampoo! 😛 (y por ahora no uso anteojos!)