La migraña es un dolor de cabeza intenso y pulsátil, que puede generarse en toda la cabeza, aunque en la mayoría de los casos suele presentarse en uno de los laterales (parietales) o del lado frontal; incluso puede llegar hasta los parpados y la sien. Por lo general este se acompaña de síntomas como latidos craneales a repetición e hipersensibilidad a la luz y al ruido. Es un dolor apabullante que solo quien lo padece puede comprender la magnitud del mismo.
Los episodios de migrañas se pueden manifestar en distintos grados, y sus causas por lo general conllevan un fuerte factor hereditario.
Además del condicionante genético, existen asociadas otras causas tales como:
- Edad: la adolescencia y menopausia son grupos etareos muy susceptibles a padecer migrañas, debido a los cambios hormonales que en ambos casos acontecen.
- Estres y ansiedad: generan un intenso grado de impulsos nerviosos que predisponen a padecer migrañas a repetición.
- Falta o exceso de sueño.
- Ingesta de alcohol.
- Traumatismos en la cabeza.
- Mala postura para dormir.
- Ingesta copiosa de alimentos grasos.
- Disgusto o impacto emocional.
- Estar sometidos s ruidos intensos y continuos.
- Cansancio sostenido.
La migraña afecta entre el 12-16% de la población general, siendo de mayor incidencia en mujeres que hombres, sobre todo en su etapa de menopausia o adolescencia.
A continuación les daremos algunos remedios caseros y estrategias para combatirla:
- Respirar profundamente e intentar relajarse.
- Comer saludablemente.
- Ejercitarse físicamente.
- Descansar por lo menos 8 horas por día.
- Recostarse en un cuarto oscuro y silencioso.
- Paños húmedos en la cabeza.
- Infusión de manzanilla.
- Colocar hielo en la zona afectada.
- Masajear cabeza y rostro con aceite esencial de lavanda.
- Té de jengibre.
La migraña es una dolencia que afecta a millones de personas en el mundo; es un dolor incapacitante, y yo doy fe de ello, ya que una o dos veces por mes la sufro de un modo muy severo, y mi mejor medicina es envolverme la cabeza con una toalla humedad y reposar en la oscuridad. Lo ideal es el silencio, y si no lo encontramos en casa, pues a huir a una plaza, una terraza, o cualquier espacio donde encontremos paz. Aunque tengamos que trasladarnos, vale la pena.

Soy licenciada en nutrición con master en alimentación natural y macrobiótica. Colaboro en diversos medios impresos para educación social alimentaria y prevención de la desnutrición. Además escribo sobre estética y ciertos temas de interés médico asistencial, mi segunda gran pasión! Soy fanática de los delfines y ballenas.