En esta nota abordaremos el tema de la migraña, sus causas y síntomas, ya que es una de las alteraciones más frecuente en la población general, y una de las que más nos lleva a la consulta con el especialista.
La migraña es un dolor generalmente punzante e intenso que se localiza en uno de los costados de la cabeza, en la zona de los parietales, frontal u occipital; se suele irradiar al rostro y/o a los parpados, y cursa acompañado de síntomas como:
- Zumbido en los oídos.
- Hipersensibilidad a la luz y los ruidos fuertes.
- Sensación de hormigueo en labioso y parte de la cara.
- Palpitaciones craneales muy profundas, que por lo significativas suelen ser incapacitantes.
La migraña presenta mayor incidencia en mujeres que en hombres, y afecta a millones de personas en el mundo entero.
Sus causas pueden ser variadas, aunque se ha comprobado que hay una cierta predisposición genética que condiciona la ocurrencia de esta alteración, combinada con agentes propios del entorno donde vivimos.
Entre sus causas más comunes podemos mencionar:
- Traumatismos.
- Cambios hormonales: sobre todo en la adolescencia y menopausia.
- Estrés y estados de tensión permanentes.
- Mala posturas y problemas cervicales.
- Exceso o falta de sueño.
- Altas temperaturas.
- Ayuno o alimentación insuficiente.
- Ciclo menstrual, en algunas mujeres.
- Cambios en la presión atmosférica.
- Someterse a ruidos extremos por tiempo prolongado.
- Algunos alimentos, como café, crema y chocolate.
- Afecciones hepáticas.
- Alto consumo de alcohol.
- Disgustos, golpes emocionales, angustia.
- Cansancio extremo de larga data.
Como sabemos la migraña es muy limitante y condicionante en la vida de las personas que sufren de estos episodios; por eso si somos propensos a las migrañas debemos:
- Alimentarnos saludablemente.
- Ordenar nuestro estilo de vida.
- Descansar bien.
- Nno someternos a ruidos molestos.
- Intentar relajarnos.
- En los casos de crisis migrañosas: reposar en un lugar ventilado, fresco, oscuro y lo más importante, silencioso! y por supuesto… consultar con su doctor para saber que analgésico se adapta mejor a sus necesidades.
A muchas personas les han ayudado las técnicas de respiración y relajación, intentar tranquilizarse, disfrutar del día a día, no obsesionarse con el trabajo, y desconectarse del ritmo vertiginoso de la vida diaria, aunque sea una hora en cada jornada.

Soy licenciada en nutrición con master en alimentación natural y macrobiótica. Colaboro en diversos medios impresos para educación social alimentaria y prevención de la desnutrición. Además escribo sobre estética y ciertos temas de interés médico asistencial, mi segunda gran pasión! Soy fanática de los delfines y ballenas.