Hay varios tipos de rellenos para almohadas en el mercado y los hay para todos los gustos. Todos nosotros, a la hora de dormir, deberíamos contar con la almohada adecuada a nuestro peso y tamaño corporal, ya que el buen dormir es prioridad para rendir bien durante todo el día siguiente.
Antaño las almohadas venían rellenas de plumas, pero los materiales modernos han suplantado, casi hasta la extinción, a este tipo de relleno, tanto por economía como por procesos estandarizados de manufactura.
En la actualidad hay muchos tipos de rellenos de almohadas, y podemos enumerar unos cuantos: están aquellas que siguen viniendo con plumas y además con fibra dura, también las que tienen en su interior material sintético (poliéster, espuma, acrílico), además las hay de algodón o lana o aquellas que llevan látex. Otra opción son las almohadas rellenas de agua, para aquellos que quieren ajustar en el momento el espesor de la misma.
Rellenos diferentes y novedosos
Con lo escrito anteriormente podemos apreciar que hay almohadas para todos los gustos y necesidades, por lo tanto nadie puede decir que no tiene para elegir. Las almohadas son diferentes según el tipo de rellenos que tengan, ya que pueden ser más mullidas o menos esponjosas según el uso que se les quiera dar.
Hay muchos rellenos diferentes y novedosos, solo queda saber cuál es aquel que más se adapta a nuestro bienestar, ya que es indispensable dormir con una almohada que nos deje descansar bien, que nos ayude a relajar de manera correcta la parte del cuello, cervical y la zona lumbar.
Las almohadas nos ayudan a entrar en un sueño placentero y reparador.
Para un buen descanso
Dormir bien será la pauta de un buen descanso y una buena postura, ya que si contamos con una almohada que deja nuestro cuello duro estaremos sufriendo el resto del día por los terribles dolores musculares. Por eso hay que probar las almohadas antes de comprarlas, para saber si se adaptan bien a nuestro cuerpo.
La almohada es personal ya que no todos podemos dormir con la almohada del otro, porque tal vez una persona no tiene problemas en utilizar cualquier tipo de almohada, mientras que otra sufre de dolores en las cervicales. Por eso un muy buen invento fue separar las almohadas, ya que antes venían en un solo bloque, y ahí no solo se peleaba por quien se llevaba la parte más grande, sino también que debían adaptarse a lo que había, a la misma almohada.
Ratona de biblioteca, trabajo de correctora part-time para varios sellos editoriales. Cuanto cae en mis manos lo leo, desde un libro hasta la etiqueta del shampoo! 😛 (y por ahora no uso anteojos!)
