La relación empleador-empleado ha sido históricamente conflictiva. Con el auge del constitucionalismo social de mediados del siglo XX y el nacimiento de los derechos humanos de segunda generación, este vínculo (salvo el neoliberalismo salvaje de la década de los noventa) se ha regulado permanentemente en favor del trabajador. Esto es así pues es el trabajador conforma la parte vulnerable del intercambio económico.
La regulación, incluso internacional, no ha podido sin embargo evitar el abuso de las necesidades particulares. Quien no detenta los medios de producción, sino más bien su fuerza laboral, en su gran mayoría poco calificada, necesita de asistencia gratuita frente a los casos de abuso de esa desigual situación de poder. Muchos países han incorporado la figura del abogado laboral de oficio o asesorías legales laborales gratuitas.
¿Cuándo recurrir a abogados laborales de oficio?
Las causas más comunes de conflictos laborales que ameritan recurrir a abogados laborales de oficio son el acoso laboral, en especial el vertical descendente (Ver: ¿Cómo reconocer un acoso laboral?) donde el empleador ejerce presión psicológica sobre el empleado, u el horizontal, solidariamente por omisión. Además el acoso sexual (también en sentido vertical descendente por parte de jefes a subordinados), el despido arbitrario, los accidentes laborales, reclamos salariales, reajustes, etc. En la mayoría de los casos las víctimas son personas de escasos recursos o reclaman sumas que pueden resultar insignificantes y que no admiten ser despilfarradas en costos de abogados.
Si creemos que somos una víctima, que se han violado alguno de nuestros derechos como trabajadores, y no tenemos los recursos para afrontar una asesoría legal, es el momento de recurrir a abogados laborales de oficio.
Es importante diferenciar el asesoramiento (previo) al patrocinio gratuito (representación en juicio o ante el empleador). Muchos brindan asesoramiento gratuito (analizar la viabilidad de la demanda) pero patrocinio rentado sobre las posibles ganancias del empleado (lo cual torna írrita cualquier conquista). Es importante exigir información concreta sobre esta cuestión, sobre todo teniendo en cuenta que el abogado siempre cobra honorarios, aun siendo parte perdidosa.
¿Dónde buscar abogados laborales de oficio?
Uno de los derechos humanos que mencionábamos es el de tutela judicial efectiva, o simplemente el derecho de acceso a la justicia para todos, sin importar cuestiones sociales, económicas, religiosas o de raza (artículo 10 Declaración Universal de los Derechos Humanos; artículo 25 Convención Americana, Convención Europea y la Convención sobre los derechos del Niño).
Todos tenemos derecho a peticionar a las autoridades por la preservación o la consagración de un derecho que ha sido lesionado o que sufre una amenaza. Tenemos derecho a un juez natural y un representante legal; esto no se ciñe al ámbito penal (donde se lo ha puesto en práctica ampliamente) si no en todos los aspectos jurídicos del ser humano. Por ello la doctrina y algunos tribunales se han pronunciado en el tema que nos atañe por la creación de cuerpos de abogados laborales de oficio y asesorías letradas gratuitas que abarcan, especialmente, el ámbito laboral y de la seguridad social.
No existen prerrequisitos más que el de no poseer dinero suficiente para afrontar una asesoría legal privada. Comprobado este extremo cada país ha incorporado diversas soluciones. En Argentina el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal brinda asesoramiento y patrocinio jurídico gratuito; lo mismo en otras provincias (Córdoba tiene asesorías móviles que recorren la provincia), y las universidades (especialmente las nacionales) también se han sumado.
Chile, España, México los ha consagrado en sus respectivas constituciones. España a través del Consejo General de Abogacía presta este servicio de abogados laborales de oficio (entre otros), financiados siempre con fondos públicos. En 1996 España declara la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita, un instrumento esencial en esta materia. Algunos de estos países prevén también lo que se conoce como “Beneficio de litigar sin gastos”, que tiene que ver con delegar en el estado el costo del proceso.
Específicamente en los países mencionados para abogados laborales de oficio debemos concurrir a las sedes de los colegios de abogados de cada distrito, a las sedes de las universidades nacionales, o en cualquier centro de gestión administrativa gubernamental de la ciudad o pueblo. Cierto es que las municipalidades o alcaldías carecen de estos servicios y hay que recurrir a los centros administrativos importantes, pero ello no obsta a que podamos reclamar nuestros derechos como corresponde.

En mi vida probé muchísimos deportes, y hoy conservo aquellas actividades y hobbies que se realizan al aire libre. Mi otra pasión es viajar: conocer lugares exóticos del mundo y escribir bitácoras de mis vivencias. Disfruto de la fotografía y la geografía, así que cuando me surge un viaje, nunca lo dudo. Estas son mis experiencias.


