La grasitud del cabello es una condición que preocupa sobremanera a quienes la padecen, ya que, más allá de todo esfuerzo, el pelo presenta ese signo tan desagradable de cabello apelmazado, que luce ciertamente como si estuviera sucio, opaco y sin vida. Por otra parte, esto no remite sólo a un problema estético, ya que (por lo general pero ni siempre) cursa también con picazón excesiva y un olor rancio muy característico que condiciona socialmente a las personas que viven con este trastorno.
Causas por las cuales el cabello puede presentar residuo graso:
- Condición genética
- Estrés
- Exposición al calor excesivo
- Alimentación hiper-grasa
Lo que debemos hacer para controlar la grasitud del cabello es tomar medidas que eviten la sobre-estimulación de las glándulas productoras del sebo capilar.
Algunas medidas para controlar el pelo graso:
- Evitar las altas temperaturas a nivel de la raíz del cabello: debido a planchitas, secadores de pelo, bucleras, uso de gorras durante largas horas, etc.
- No tocarse el pelo continuamente: ya que las palmas de las manos engrasan la zona de origen de nuestra cabellera.
- Evitar la alimintación hipo-grasa: la alimentación grasa en exceso inevitablemente ocasiona que las glándulas sebáceas produzcan aún más grasa de lo normal, dando como resultado un pelo grasoso, sin brillo y espeso. Por eso nutrirse sanamente, con variedad de frutas, verduras y proteínas magras, nos ayudará a tener un cabello 100% más saludable y vital.
- No lavarse el pelo varias veces al día: muchas personas que padecen seborrea se ven tentadas en lavarse el cabello a cada rato sin saber que esto perpetúa el ciclo, estimulando a las glándulas sebáceas a elaborar más grasa aún, y es una historia sin final.
- Utilizar champú neutro: con el fin de eliminar la grasa por más tiempo sin que sea agresivo con nuestro cuero cabelludo.
- No cepillarse el pelo a cado momento: pues esta medida activa la producción de grasa a nivel del bulbo piloso, debilitando así la raíz capilar.
Recuerden: en caso de utilizar secador, programarlo para secar tibio o en frío preferiblemente.
Ante cualquier duda es aconsejable visitar a su dermatólogo de confianza para una opinión autorizada y un posterior tratamiento certero.

Ratona de biblioteca, trabajo de correctora part-time para varios sellos editoriales. Cuanto cae en mis manos lo leo, desde un libro hasta la etiqueta del shampoo! 😛 (y por ahora no uso anteojos!)