(La presente nota es una expansión técnica y detallada del artículo «Calculo de frigorías para refrigeracion por metro cuadrado«)
Hemos dicho que el cálculo orientativo básico es medir los m² de un ambiente y multiplicarlo por 100f, lo que dará una medida de referencia. También mencionamos que un valor de refencia aún mejor es multiplicar la medida cuadrada por la altura del techo, obteniendo así el metraje cúbico, al que debemos entonces multiplicar por 50f para obtener un número más acertado. No obstante, estos valores no contemplan las características reales de los ambientes, ni de su uso, ni el clima regional. Por eso, en este artículo contemplaremos las variables reales que afectan la climatización de cualquier área, buscando brindar una respuesta más profesional a los requerimientos de los usuarios.
Variables contextuales para calcular el requerimiento real de las frigorías
Se pueden agrupar en tres:
- Calidad del aislamiento.
- Carga térmica del ambiente.
- Ventilación.
La calidad del aislamiento refiere al tipo de materiales de las paredes y techo. Los ladrillos huecos son un buen ejemplo de aislante térmico, mientras que el ladrillo «inglés», sólido, transmite mejor la temperatura exterior y almacena calor si el sol incide directamente. Lo mismo podemos pensar con respecto al techo: si sobre nuestra cabeza existe un tejado, sabemos que la carga térmica será mayor, aumentando el requerimiento de las frigorías que el cálculo básico por metro otorga. En cambio, si vivimos en un apartamento (y no en el último piso), sabemos que el cielo raso sobre nuestras cabezas no será una variable a considerar.
Ejemplos prácticos para determinar las frigorías
En los siguientes casos, debemos multiplicar los m² por 130f:
- El ambiente posee varias ventanas y/o puertas de cristal.
- La temperatura promedio durante los veranos supera los 27°.
- Las paredes son sólidas (cemento, concreto, ladrillo sólido, etc.).
- Vivimos en el último piso de un apartamento/ sobre nosotros hay una terraza.
- Se trata de un ambiente de alto tránsito (las puertas se abren a menudo dejando escapar el aire frío).
- Se trata de un ambiente no del todo cerrado (ej.: lofts, livings con cocina incorporada, presencia de escaleras, huecos a altillos, etc.).
- Se trata de un ambiente con bastante luz cálida (la luz fría genera menos carga térmica).
En los siguientes casos, debemos multiplicar los m² por 150f:
- Vivimos en un país próximo a la línea del Ecuador (climas tropicales y subtropicales, ergo: alta humedad y temperaturas).
- Vivimos en una zona árida, semi-árida, mediterránea, desértica.
- Se trata de un comercio donde las puertas se abren y cierran todo el tiempo.
- Se trata de un espacio altamente iluminado por luces cálidas (un espacioso living, un set, un taller, un comercio, etc.).
- Se trata de un ámbito donde hay computadoras/maquinaria (incluyendo horno de cocina, etc.).
- Sobre nuestras cabezas existe un tejado (de tejas de barro).
Por último, quiero que reflexiones lo siguiente: no temas gastar «de más», es decir, adquirir un aparato que posea 1000 frigorías adicionales de las que el cálculo básico de metro cuadrado indique (me refiero a esta cuenta: m² x 100f). Por ejemplo, llegar a la pregunta de «tengo un living de 15 metros cuadrados, o sea que con un aire de 1500 frigorías estoy hecho. ¿Para qué voy a comprar un equipo de 3000? Estaría derrochando mi dinero…». Bueno, no es necesariamente así, porque te encontrarías en el límite de lo necesario, y entonces tu equipo estará encendido todo el tiempo, sin interrupciones. ¿Qué quiero decir con eso? Que los equipos modernos SPLIT, si bien arrojan aire todo el tiempo que están encendidos, el motor refrigerante (lo que realmente consume luz) se detiene si la temperatura interior alcanza los grados deseados, y vuelve a encenderse cuando ésta aumenta. Ejemplo: seteo mi aire a 21°C. El aire acondicionado arranca arrojando aire frío, pero cada segundo monitorea la temperatura interior para saber cuándo detenerse (para no pasarse de frío). Si hemos realizado el cálculo básico y comprado según éste, no sería raro que el equipo deba trabajar mucho tiempo antes de alcanzar la temperatura deseada (y puede que no llegue a detenerse nunca). Entonces, ¡el consumo eléctrico será mayor! En cambio, con equipos de mayor envergadura, el tiempo necesario para alcanzar la temperatura buscada es muchísimo menor, y esto se transmite a la recuperación y mantenimiento de los valores que buscamos. Entonces podemos decir que el consumo eléctrico será menor cuanto mayor capacidad refrigerante tenga el equipo! Sin exagerar, claro; no vamos a comprar un equipo de 7000 frigorías si el cálculo básico nos ha dado 3000! Pero no está de más sumarle 1000f al cálculo básico para lograr un ahorro posterior en electricidad. Tenlo en cuenta!

Soy profesor de educación media al cual le gusta abrir y reparar cuanto objeto no funcione (aunque luego me sobren tornillos!) 🙂 Tengo una fascinación por los deportes acuáticos, y algunos veranos atrás trabajé de socorrista en las playas de Barcelona (muchas anécdotas). En infotopo principalmente colaboro con notas deportivas y técnicas, como aspirante a geek que soy.
2 respuestas
Esto de que si compras un 2000 frigorias para 20 metros cuadrados consumiars mas luz que si compras uno de 3000 frigorias es falso. Todo depende del consumo de ambos aparatos. Si el de 2000 frigorias consume 600w/h y el de 3000 frigorias consume 1100w hay una diferencia de consumo de 500w/h con lo cual es lo mismo, el consumo que puedas tener con el de 2000 y el del 3000 es igual ya que uno tardara mas tiempo pero consume casi la mitad y el otro tardara mas tiempo pero consume el doble. Todo depende del consumo de ambos aparatos.
Angel, tu aporte es correcto; lo fundamental para conocer el consumo es verificar en la información técnica del producto los watts de potencia. Claro que no todo el mundo conoce esto o lo hace. Sin embargo, cierto es que artefactos de más frigorías logran refrigerar en menos tiempo, y apagarse, mientras que equipos pequeños no dejan de funcionar en ningún momento. Esta es también una variable a razonar.
Abrazo grande!