La búsqueda del descanso ideal es permanente para el ser humano moderno que transita por la vida con un morral plagado de estrés. La tensión de la vigilia nos quita el escaso tiempo o la tranquilidad que necesitamos para recuperarnos profundamente. Nuestro cuerpo se repone y reconstituye durante el descanso, fundamentalmente en el nocturno.
Una de las opciones para mejorar nuestra calidad del dormir es comprar una buena almohada con fibra vegetal. Las fibras vegetales con las que se fabrican estas almohadas son productos textiles derivados de la extracción de semillas (ceiba, algodón), hojas (esparto, kabuya), tallos (bambú, bananas, kenaf, lino, cáñamo, etc.) y otras partes de ciertas plantas (frutos) procesadas por la industria hilandera. Las almohadas con fibras vegetales fueron reemplazadas casi totalmente por las de fibras sintéticas hasta que en los últimos años se han revalorizado sus virtudes entre un público cada vez menos selecto.
Ventajas de una almohada con fibras vegetales
- Son más económicas que las almohadas de espuma viscoelástica o inteligentes, aunque el costo en salud siempre es una de las mejores inversiones.
- Las almohadas de fibras vegetales con antibacteriales no permiten la formación de hongos ni la presencia de ácaros.
- Poseen mucha adaptabilidad y conservan bastante la forma anatómica del usuario.
- Su naturaleza y la aireación que poseen las fibras le permiten ser un buen regulador de temperatura.
- Son fácilmente lavables tanto en máquina como manualmente.
- Permiten mayor amplitud de diseño y versatilidad en función de las necesidades del interesado.
Debemos elegir, en función de la edad, almohadas más gruesas cuanto más entrados en edad estemos.
Las almohadas con fibras vegetales más elaboradas son aquellas fabricadas con bambú. La ceiba tropical ofrece una fibra que ha cobrado mucha relevancia por su versatilidad; con ella se elaboran las famosas almohadas con fibras vegetales kapok, suaves y livianas obtenidas del fruto de dicha planta. Cierto es que la tendencia es mezclar materiales y crear almohadas de espuma viscoelásticas con exterior de fibras vegetales.
La almohada es un objeto íntimo; permanecemos abrazados a ella gran parte de nuestra existencia pero paradójicamente escatimamos en gastos al momento de adquirirlas. Es necesario determinar qué tipo de almohada necesitamos; nuestra calidad de vida depende de ello en gran parte. Una buena almohada con fibras vegetales puede ser un complemento perfecto.
No es aconsejable dormir sin ellas ya que la cabeza y la columna precisan de posiciones particulares para una buena irrigación sanguínea y relajación muscular. También la forma que tenemos de dormir puede determinar la elección; si lo hacemos sobre los hombros (posición fetal) necesitaremos una almohada con fibras vegetales más gruesa que si lo hacemos boca arriba, donde necesitamos estabilizar cuello y espina dorsal. Lo mismo si somos de cambiar de posición durante el sueño, deberemos elegir una más versátil. Por último, las almohadas con fibras naturales requieren fundas, en lo posible, del algodón más puro posible.

Ratona de biblioteca, trabajo de correctora part-time para varios sellos editoriales. Cuanto cae en mis manos lo leo, desde un libro hasta la etiqueta del shampoo! 😛 (y por ahora no uso anteojos!)
Un comentario
Buenas tardes. Yo soy alérgica a todo lo sintético, y es por eso que ando en busca de una buena almohada 100% vegetal. ¿Podrían proporcionarme costo?