La cesárea, como toda intervención quirúrgica, deja una cicatriz, que, más allá de su tamaño, exige cuidados especiales para favorecer el proceso de curación.
Años atrás, cuando hablábamos de cesáreas, nos referíamos a una enorme herida atravesando gran parte de nuestro abdómen (algo que en la playa nos obligaba a las mujeres a emplear trajes de baño de una pieza), pero, gracias al Cielo!, hoy por hoy la mayoría de las cesáreas se realizan estratégicamente por el borde del bikini, a 5-6 centímetros por debajo del ombligo, para que, de esta manera, quede oculta por la ropa interior.
¿Cómo lavar la herida de cesárea?
- Lavar la herida con jabón neutro, sin perfume, del tipo blanco o de glicerina. Enjuagar y secar dando golpecitos, o más bien pequeños «toques», ya que al arrastrar corremos el riesgo de correr algún punto de la herida.
- Muchos recomienda lavar la incisión con jabones naturales (pueden ser artesanales), ya que poseen un PH parecido al de nuestra piel y además es antiséptico. Muchos contienen miel y otros elementos que los vuelven productos de alta calidad.
- Otro jabón recomendado es el de tipo bactericida, justamente para evitar la proliferación de micro-organismos que pudieran colonizar los tejidos dérmicos.
- Atención: se debe secar siempre con gasa estéril para evitar posibles infecciones.
Otros cuidados post cesárea
- No realizar labores físicas que involucren esfuerzo de la zona abdominal.
- Permanecer con la faja la mayor parte del tiempo para brindar contención a la zona.
- Es recomendable utilizar prendas de algodón para que absorba el sudor y la herida se mantenga más seca.
- Se pueden utilizar parches de silicona para prevenir roces con la ropa, evitando así dañar la incisión y favorecer el curado de los tejidos, sobre todo en el área del corte.
La recuperación de una cesárea es relativa de cada mujer y depende del tipo de corte realizado, del tamaño de la incisión, del tiempo de reposo, etc. Lo que sí es común a todas es que cuanto más nos cuidemos, más pronta será la recuperación, y más rápido podremos disfrutar al 100 % de esa experiencia transformadora que es el milagro de ser mamás.

Soy licenciada en nutrición con master en alimentación natural y macrobiótica. Colaboro en diversos medios impresos para educación social alimentaria y prevención de la desnutrición. Además escribo sobre estética y ciertos temas de interés médico asistencial, mi segunda gran pasión! Soy fanática de los delfines y ballenas.