En los últimos tiempos este electrodoméstico se ha convertido en un aliado indispensable para algunos hogares, sobre todo de paladares exigentes y amantes de la buena cocina. Y es que su correcta utilización verdaderamente permite obtener alimentos fritos de mejor calidad que aquellos logrados con una sartén convencional.
Esto se debe a dos motivos:
- Se utiliza el aceite a la temperatura adecuada.
- Se utiliza mucha cantidad de aceite, lo que permite que el alimento se cocine más rápidamente, ya que el gran volumen se traduce como un mayor número de partículas transmitiendo una alta concentración de calor.
Tanto la temperatura óptima como el gran volumen de cuerpo graso que se utiliza en la fritura permite que los alimentos absorban menos aceite, por esto decimos que las frituras son “de mejor calidad”, aunque en realidad lo correcto sería decir “menos perjudicial para la salud” comparado con la fritura estándar.
Convengamos que en sí mismo la fritura no es método de cocción muy saludable, debido a que el aceite a altas temperaturas se comporta a nivel de las arterias de manera similar a una grasa saturada (de origen animal), depositándose allí, produciendo alteraciones cardiovasculares y otras patologías asociadas.
Para elegir una freidora para el hogar es importante:
- Que cuente con un regulador de temperatura para elegir el calor necesario para cada alimento y no que simplemente se regule en máximo o mínimo.
- Debe tener un sistema automático de filtrado de aceite que permita aumentar el tiempo de duración del aceite en buenas condiciones, sin quemarse ni ponerse rancio.
- Debe cumplir con las normas de seguridad eléctrica impresa en la caja contenedora.
Tener en cuenta que una freidora requiere por lo menos dos litros de aceite en cada fritura, no es nada económico, porque sumado a esto no es conveniente mezclar aceite nuevo y usado, tampoco reutilizar el mismo debido a que el calor alcanzado para realizar la fritura hace que el aceite ya se encuentre hidrogenado y es un riesgo para la salud del sistema circulatorio.
Comentado esto la realidad es que a todos nos gustan los alimentos fritos ya que tiene gran sabor y palatabilidad, pero lo bueno es poder disfrutarlos de vez en cuando, para darnos un gusto sin atentar contra nuestra salud.
Ratona de biblioteca, trabajo de correctora part-time para varios sellos editoriales. Cuanto cae en mis manos lo leo, desde un libro hasta la etiqueta del shampoo! 😛 (y por ahora no uso anteojos!)
