Guía de ejercicios de fisioterapia respiratoria

fisioterapia de la respiración

Les presento una guía de ejercicios de fisioterapia respiratoria con los procedimientos más fáciles que ustedes mismos pueden realizar. Se vuelven esenciales para procurar el mayor confort posible cuando aquejan procesos patológicos o episodios de disfunción respiratoria, ya sean crónicos o agudos. Si las flemas o mocos te aquejan, esta nota es para ti.

¿Qué es la fisioterapia respiratoria?

Es una técnica terapéutica pulmonar, no invasiva, que intenta:

  1. Aliviar los síntomas que dificultan la respiración.
  2. Enlentecer la progresión del cuadro disfuncional respiratorio.
  3. Disminuir la resistencia en las vías áreas.
  4. Favorecer el estado de salud del paciente.
  5. Mejorar la calidad de vida de las personas afectadas con alteraciones respiratorias de diferentes índoles.

Todo esto se logra a través de técnicas y ejercicios respiratorios diseñados por fisioterapeutas a lo largo de esta rama de la medicina. A continuación, seis ejercicios de terapia física pulmonar para mejorar la respiración en todas sus dimensiones.

6 ejercicios de fisioterapia para la respiración

  1. Percusión: se trata de dar palmaditas con las manos ahuecadas sobre la pared toráxica, y de manera rítmica. La finalidad es poder despegar las secreciones adheridas a la pared del árbol bronquial para su eventual eliminación a través de la tos.
  2. Vibración: compresión de áreas determinadas del tórax, sólo durante el segundo momento respiratorio (espiración) para aumentar el caudal de aire expulsado. Es la manera de conseguir desprender una mayor cantidad de secreciones mucosas acumuladas.
  3. Drenaje postural: consiste en inducir la eliminación de la secreción productiva mediante la variación del posicionamiento corporal. Esto favorece la acción de los fenómenos gravitatorios, logrando despedir la mayor cantidad posible de flema. El drenaje postural se acompaña con respiraciones profundas e inducción de la tos, para incrementar la expulsión mucosa.
  4. Boca en posición de soplado: con los labios fruncidos, inspirando por la nariz y exhalando por la boca, de manera lenta y controlada.
  5. Espiración en lapsos de tiempo: inspirar profundamente para permitir que el tórax se expanda, con  espiraciones cortadas para arrastrar aún más mucosidad.
  6. Control de tos: respirar y luego inspirar tanto aire como sea posible a través de la boca. Contener unos segundos, y luego toser con fuerza pero desde la profundidad del pecho y no de la garganta. Esto induce al despeje de las vías respiratorias medias y superiores.

A través de esta naturaleza de ejercicios se consiguen despejar las vías aéreas. Respiraremos más cómodamente al deshacernos de la expectoración, consiguiendo así la paulatina evolución del cuadro respiratorio. Vale aclarar que existen más técnicas y procedimientos con ayuda de aparatos eléctricos. Los ejercicios mencionados se escogieron por su facilidad y por no requerir de elementos extra para realizarlos.

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