Un mundo no solamente cambiante sino ya exigente con los apremios, con esa demanda que parece propagarse a nuestro alrededor reclamando que estemos enérgicos, que seamos proactivos, que nos mantengamos «online» las 24hs del día, está dando por resultado, y a nivel global, que las sociedades se intriguen y busquen bienestar dentro de las filosofías y disciplinas orientales, y en este contexto les presento al Tai Chi Chuán, un arte corporal cuyos beneficios llegan a disolver el estrés recuperando nuestro eje físico y mental, entre otras cosas.

El Taichí es una técnica de origen Chino que nace como arte marcial y que hoy es la que posee mayor cantidad de seguidores en el mundo. No obstante a eso, y como lejos estamos de ese mundo de guerras marciales del mundo antiguo, su aplicación se renovó y transformó a una práctica de posiciones y movimientos realizadas con lentitud (las «formas«) que, combinadas con movimientos respiratorios profundos, contribuye a lograr un vasto repertorio de beneficios que pueden resumirse en un bienestar generalizado.
El aprendizaje de esta práctica resulta ideal para personas de mediana edad y ancianos, ya que no remite esfuerzo físico alguno, sino que, muy por el contrario, es suave y gentil con nuestra anatomía, mente y espíritu; a través de la práctica periódica del Tai Chi Chuán nos vigorizamos apaciblemente a través de una energía nueva que fluye delicadamente con cada movimiento.
El Tai Chi Chuan requiere una plácida concentración, entregándonos al relax y sin embargo a cierta introspección que tiene lugar a través de diversas posturas corporales. El alma se aquieta, la mente descansa y el espíritu decanta lo innecesario para centrarse en un inmenso sosiego que calma y reaviva al mismo tiempo.
Los beneficios del taichí abarcan múltiples enfoques en nuestro sistema:
- Mejora el funcionamiento cardio-respiratorio.
- Disminuye el estrés (con la práctica sostenida los practicantes aseveran un nivel de estrés cero).
- Eleva las defensas del organismo, ya que refuerza el sistema inmunológico.
- Optimiza el funcionamiento del sistema digestivo.
- Activa la ventilación del organismo, promoviendo la oxigenación tisular.
- Protege la fisiología renal.
- Mejora el estado anímico.
- Genera grandes cantidades de endorfinas, neurotransmisores ligados al contento, al placer y al nivel de tolerancia.
- Incrementa la movilidad mio-osteo-articular.
- Disminuye la ocurrencia de episodios hipertensivos.
- Favorece el buen funcionamiento glandular.
- Mejora la calidad del sueño.
- Fortalece el tono muscular.
- Aumenta considerablemente nuestra percepción de nuestro cuerpo, deribando en mejor equilibrio, articulación y dominio de nuestros miembros.
- Renueva la energía reparadora del organismo.
- Optimiza los procesos metabólicos.
- Desarrolla una mayor coordinación motora.
- Brinda armonía interna que nos conecta positivamente con el presente, con lo que «está sucediendo a nuestro alrededor».
- Favorece la entrada de la glucosa a las células, con lo cual hay una disminución franca de la glucemia, sobre todo en estado pre-prandial.
- Ayuda a mejorar nuestra actitud y predisposición, por que estimula la síntesis de sustancias asociadas a los buenos pensamientos.
El Tai Chi Chuan es considerado «meditación en movimiento»; nos proporciona un caudal ascendente de energía vívida, blanca y armonizadora, viculados directamente a una sensación de verdadera unidad y plenitud totalizadora.
Si tras leer todo esto no te dieron ganas de tomar una clase de prueba, pues recuerda que el Taichí es una práctica grupal, de modo que podrás conocer gente con tus mismos intereses y, probablemente, las mismas necesidades de búsqueda espiritual. Para pensarlo…

En mi vida probé muchísimos deportes, y hoy conservo aquellas actividades y hobbies que se realizan al aire libre. Mi otra pasión es viajar: conocer lugares exóticos del mundo y escribir bitácoras de mis vivencias. Disfruto de la fotografía y la geografía, así que cuando me surge un viaje, nunca lo dudo. Estas son mis experiencias.