Macronutrientes y micronutrientes: los nutrientes esenciales para el organismo

Macronutrientes y micronutrientes

Tanto los macronutrientes como los micronutrientes son, justamente, los nutrientes esenciales para el organismo, ya que estos son aprovechados por las células del cuerpo para poder cumplir con las funciones vitales.

 

Llamamos nutrientes a las sustancias que componen los alimentos que se absorben a nivel del intestino delgado, pasando a la sangre, y de allí a los tejidos para poder realizar los procesos metabólicos indispensables para poder vivir.

 

Dentro de estos tenemos los macronutrientes: proteínas, grasas e hidratos de carbono. Y los micronutrientes: vitaminas y minerales. Todos estos imprescindibles ya que cumplen funciones bien diferenciadas que se complementan entre sí para permitir el óptimo funcionamiento de nuestro sistema.

Las proteínas:

Cumplen fundamentalmente una función plástica o estructural, es decir que son como los ladrillitos que requerimos para la formación de nuevas estructuras, compensar las pérdidas, regeneración tisular, síntesis enzimática y de tejido muscular, etc.

Estas podemos obtenerlas sobre todo a través de los alimentos de origen animal, como carnes, lácteos, y huevos (sobre todo en la clara), que nos aportan las llamadas proteínas de alto valor biológico, las cuales proveen los aminoácidos que el cuerpo no puede sintetizar.

Los hidratos de carbono:

Son nutrientes que nos aportan energía. Los hidratos de carbono complejos, como cereales, frutos secos, o semillas aportan energía a largo plazo. Por su parte los hidratos de carbono simples, como el azúcar, las frutas y jugos de las mismas, nos suministran energía inmediata, de corto plazo.

Las grasas:

También son compuestos energéticos que aportan gran cantidad de calorías (9 kilocalorías/ por gramo de alimento). Entre ellos podemos distinguir los aceites, que son líquidos a temperatura ambientes y proveen ácidos grasos monoinsaturados o poli insaturados, que si se consumen en frío son de buena calidad nutricional. Y también las sólidas como la manteca y margarinas, que aportan un tipo de grasa llamada saturada que en exceso son peligrosas para la salud ya que se depositan a nivel de la luz de los vasos sanguíneos, dificultando la circulación, esforzando más al corazón, y pueden ser desencadenantes de infartos o accidentes cerebro-vasculares.

Las vitaminas y minerales:

Son pequeños nutrientes que favorecen el fortalecimiento del sistema inmunológico, es decir que nos ayudan a protegernos de diversas enfermedades y agentes patológicos. Además algunas de ellas actúan como cofactores en la acción de distintas enzimas para favorecer un gran número de reacciones metabólicas. Son fuentes de éstas fundamentalmente las frutas y verduras.

La manera de procurarnos estos nutrientes es a través de un plan de alimentación variado, suficiente, equilibrado y adecuado para cada persona y para cada necesidad; de manera tal de asegurar el óptimo funcionamiento de nuestro organismo y un completo bienestar. Además es fundamental beber de 2 a 3 litros de agua por día.

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