Las proteínas de la carne son de suma importancia en la alimentación diaria de todo ser vivo, debido a que estas son de alto valor biológico (por ser de origen animal), lo que es decir de gran calidad nutricional, porque aportan los diez aminoácidos esenciales que nuestro organismo no puede producir, ya que no cuenta con las enzimas necesarias para hacerlo.
Estos aminoácidos resultan indispensables ya que a partir de ellos y de los aminoácidos no esenciales, se forman las proteínas con una secuencia de veinte de estas sustancias nitrogenadas en distintas combinaciones para dar origen a los distintos tipos de proteínas con sus distintas funcionalidades. Además de aportar 4 kilocalorías por gramo que cumplen una importante función estructural porque regeneran, sintetizan y reconstruyen células y tejidos de todo nuestro sistema y forman parte de un sinfín de procesos biológicos de nuestro cuerpo.
Otro tipo de proteína son las enzimas que se encargan de catalizar o acelerar las reacciones químicas celulares, y otras se encargan del transporte de sustancias (vitaminas, lípidos, hormonas, bilirrubina).
Todas estas funciones son posibles gracias a los distintos tipos de proteínas que se forman a partir de los aminoácidos producidos por el cuerpo y los que llegan a través de la dieta. Por lo cual resulta fundamental recibirlos diariamente, y la carne es un excelente aliado por ser proteína de gran calidad.
Se pueden ingerir a través de las carnes rojas, blancas (ya sea de ave o pescado) que además son fuente de hierro de tipo hemínico, que previene la aparición de anemia ferropénica y permite a nivel de médula ósea la correcta formación de los glóbulos rojos o eritrocitos.
Para asegurar el correcto aporte proteico se deben consumir entre 400-500 grs de carne por día, lo que equivale a dos porciones medianas en almuerzo y cena respectivamente. Resultan más convenientes las carnes magras (con bajo contenido graso) como peceto, lomo, bola de lomo, paleta, ojo de bife, etc. Quitando la grasa visible para no aportar a la dieta un alto contenido de grasa saturadas.
Las proteínas de la carne son un tipo de alimento que no deben faltar en la dieta de ninguna persona (salvo que puedan ser debidamente compensadas).

Soy licenciada en nutrición con master en alimentación natural y macrobiótica. Colaboro en diversos medios impresos para educación social alimentaria y prevención de la desnutrición. Además escribo sobre estética y ciertos temas de interés médico asistencial, mi segunda gran pasión! Soy fanática de los delfines y ballenas.
2 respuestas
Cordial saludo, señora Eliana Ramplona.
Estamos iniciando un proyecto para la fabricación de salchicha, y dentro del proceso de su fabricación hay que agregar hielo para que las proteínas de la carne no se desnaturalicen.
La pregunta es la siguiente: ¿Qué sucede si no se agrega el hielo al proceso, además de lo anteriormente mencionado?
¿Pierde sabor?
¿Se descompone más rápido?
¿O simplemente es por contextura que se le agrega el hielo?
Agradezco de antemano su atención, gracias.
Hola Jhon. Tu pregunta es muy particular, y tengo que pensar la respuesta…
El hielo mantiene la cadena de frío, ergo ayuda a mantener las proteínas intactas. Además, mantiene la consistencia a la carne que, imagino, se molerá maquinaria mediante. Sin hielo no perderá sabor, pero sí se descompone más rápido a raíz de la molienda misma. La carne picada se oxigena en el proceso, y en ese aire que queda, además del aumento de la superficie de contacto (por estar molida), aumenta la velocidad de descomposición.
Espero haber arrojado luz sobre el asunto.
Besitos, Eli.