La hiperpotasemia y sus peligros

hiperpotasemia

La hiperpotasemia (también conocida como hiperkalemia) es un trastorno que se caracteriza por un aumento de la concentración de potasio en la sangre por encima de los valores normales (es decir 3.5-5.3 mEQ/litro). Para calificar como «hiperkalemia», el nivel de potasio debe hallarse por encima de 5.5 mEQ/L de sangre, si bien los síntomas más característicos generalmente se evidencian cuando esta concentración logra superar los 6.0-6.3 mEQ/L.

El potasio es un ion básicamente intracelular, siendo éste casi el 98% del total del potasio corporal (50 Meq/L), y tan sólo el 2% corresponde al espacio extracelular. De esta cantidad, el 90% aproximadamente es excretado por vía renal, aparato gastrointestinal y la piel, es decir que sólo se reabsorbe un 10% del potasio total. Cuando (por alguno de los motivos que más adelante veremos) el potasio supera este umbral y aumenta en la sangre, estamos ante una hiperpotasemia franca, que puede ocurrir por diferentes causas.

Principales causas de la hiperpotasemia:

  1. Exceso en la ingesta: no debe superar los 100mEQ/ diarios; aunque diste de ser la causa más frecuente de hiperkalemia, tiene lugar en algunos casos como, por ejemplo: ¡en el uso de las sales ricas en potasio como sustituto de las de sodio (sal de mesa)! Cuidado cuando las mismas se incorporen a la dieta (llevar controles anuales).
  2. Redistribución patológica: es decir que el potasio intracelular penetra el espacio extracelular por algún mecanismo consecuencia de traumatismos, accidentes, quemaduras, cirugías, tumores, etc. donde ocurre un rompimiento de la membrana celular y éste escapa al torrente sanguíneo.
  3. Defecto en la excreción: que comúnmente ocurre por un mal funcionamiento renal (como, por ejemplo, insuficiencia renal aguda o crónica, defecto anatómico de túbulos, etc.) que dificulta la eliminación de potasio del organismo.
  4. Ejercicio físico intenso: en caso de deportistas de alto rendimiento; debido a que ocurre una hemolisis (o rotura celular de membrana) que permite la difusión del potasio a la sangre.
  5. Diabetes tipo 1: debido a una carencia de insulina, que es un componente fundamental que induce la entrada del potasio a la célula.

Peligros que acarrea este trastorno:

El potasio es un componente tóxico cardíaco; por lo tanto, si su concentración aumenta patológicamente en la sangre, acarrea peligros muy severos como:

  1. Problemas cardíacos: bradicardia (o disminución de la frecuencia cardíaca), arritmias, y hasta puede llegar al infarto en el peor de los casos.
  2. Otro riesgo que pone en riesgo la vida del paciente son las hemorragias internas o la disminución de la frecuencia respiratoria.

Los primeros síntomas más característicos de la hiperkalemia suelen ser:

  1. Debilidad muscular
  2. Parestesia u hormigueo en los miembros inferiores
  3. Ansiedad
  4. Calambres a repetición
  5. Diarrea
  6. Dolor de pecho

Es muy importante escuchar al cuerpo y ante cualquiera de estas manifestaciones acudir al médico a la brevedad.

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