El codo de tenista (o epicondilitis) es una lesión que se caracteriza por una inflamación del epicóndilo (relieve externo del codo) y además de los tendones del brazo que llegan hasta el final del húmero.
Este cuadro cursa con dolor en la cara externa del codo y se ocasiona debido al movimiento repetitivo de rotación y supinación de la muñeca y el músculos del antebrazo. Es muy frecuente en deportistas que practican tenis por las características de los movimientos de dicho deporte, de allí su nombre.
El esfuerzo en esta zona del brazo va produciendo microlesiones del tejido muscular y tendinoso dando como consecuencia este doloroso cuadro inflamatorio.
Entre los principales síntomas podemos citar:
- Dolor en la parte exterior del codo.
- Dificultad para tomar objetos.
- Deficiencia funcional para estirar la muñeca y rotar el antebrazo.
- Dolor al tocar la zona del codo y musculo periférico, sobre todo durante la noche y en el reposo.
- Agarre débil.
- Malestar difuso en el antebrazo y la zona alta del brazo.
- Dolencia que empeora gradualmente.
- Hipersensibilidad en la articulación del codo.
- Entumecimiento frecuente del antebrazo al reducir la actividad ante el dolor.
- Sensación de dolor ascendente ante el esfuerzo.
Diagnostico:
El diagnostico se hace a través de un breve interrogatorio al paciente respecto a sus actividades y deportes que practica. Se lo invita a mover el brazo, estirarlo, rotarlo, y se confirma con una radiografía del área para descartar que el dolor no se deba a una fractura (aunque aclaremos que estas darán normales, es decir que el diagnóstico es básicamente clínico).
Los posibles tratamientos son:
- Tomar antiinflamatorio no esteroideos.
- Colocar hielo para favorecer la desinflamación.
- Disminuir la actividad del brazo disfuncionante de 2 a 3 semanas.
- Posteriormente la fisioterapia, la aplicación de láser, ultrasonido, y la rehabilitación, serán el complemento perfecto para la recuperación del codo de tenista.
Cabe aclarar que esta alteración es inicialmente aguda, pero lamentablemente puede progresar a la cronicidad, en cuyo caso la mejor opción será una intervención quirúrgica para liberar los tendones del hueso.

Soy licenciada en nutrición con master en alimentación natural y macrobiótica. Colaboro en diversos medios impresos para educación social alimentaria y prevención de la desnutrición. Además escribo sobre estética y ciertos temas de interés médico asistencial, mi segunda gran pasión! Soy fanática de los delfines y ballenas.