Por lo general cuando un niño tiene tos esperamos que en términos de 5 a 6 días esta cese; si se trata de un resfriado, o una gripe viral, seguramente así será. Pero muchas veces cuando la tos sólo aparece al estar relajados, en posición horizontal (calificándola como tos nocturna,) esta se puede deber a diferentes razones, tales como:
Principales causas de esta tos
- Sinusitis: es una inflamación en el área del puente debida a alergias o agentes bacterianos.
- Asma: es una enfermedad crónica del aparato respiratorio que se caracteriza por una respuesta exagerada a diferentes estímulos que ocasionan un estrechamiento de los bronquios, con lo cual se produce una dificultad para respirar.
- Reflujo gastroesofágico: el ácido del estómago asciende al esófago produciendo una irritación que puede ocasionar tos persistente, sobre todo por las noches.
- Tuberculosis: infección bacteriana que compromete fundamentalmente a los pulmones, causada por el bacilo de Koch. Como medida preventiva se recomienda la vacuna BCG.
- Tos por hábito: de carácter psicológico.
- Fibrosis quísticas: enfermedad genética donde todos los fluidos son más viscosos de lo normal, por lo tanto el niño se llena de flema en su vía aérea superior y tose como mecanismo de defensa para expectorar.
- Presencia de elementos extraños en la garganta: por ejemplo si ha comido frutos secos, o palomitas de maíz, puede haber quedado una partícula que estimule el reflejo de la tos para deshacerse de esta.
- Tomar frío: muchas veces los niños corren y su sudor se seca en el cuerpo, con lo cual esto suele desembocar en una persistente tos nocturna.
Entre los tratamientos más frecuentes para aliviar la tos nocturna se recomiendan:
- Jarabes para la tos: hay con sabor a frutas para que sea bien tolerado por los chicos.
- Darles calor en el pecho: con pañitos tibios o cremas descongestivas.
- Leche con miel antes de dormir.
- Elevar la cabeza al acostar al niño: para disminuir el drenaje de moco a la garganta.
- Baños de vapor: para aflojar la expectoración.
Cualquiera sea el caso, lo más aconsejable es consultar con el pediatra para un diagnóstico preciso y un tratamiento certero.

Soy licenciada en nutrición con master en alimentación natural y macrobiótica. Colaboro en diversos medios impresos para educación social alimentaria y prevención de la desnutrición. Además escribo sobre estética y ciertos temas de interés médico asistencial, mi segunda gran pasión! Soy fanática de los delfines y ballenas.