Aviofobia: miedo al avión. ¿Cómo perder el miedo a volar?

Aviofobia

La aviofobia (o aerofobia) es un miedo incontrolable a volar. Estudios revelan que solo un 5% de los pasajeros aéreos viajan completamente tranquilos, y además miles de personas en el mundo entero alargan sus horas de viaje terrestre con tal de evitar a toda costa la experiencia de abordar un avión.

El miedo a volar es un asunto meramente psicológico asociado a la tragedia, ya sea temor a un accidente, a que un hecho desgraciado ocurra en el aire, en definitiva: temor a la muerte! Muchas veces fobia se combina con el miedo a la altura y/o a la velocidad.

La aerofobia se suele manifestar como un miedo desmedido, con un estado de ansiedad elevado, que causa un gran sufrimiento. Por lo general cursa con sudoración excesiva, temblor, dolor de pecho, falta de aire, hiperventilación, y en casos extremos con vómitos y dolor abdominal.

Para perder el miedo a volar es necesario:

  1. Realizar un tratamiento terapéutico adecuado, donde se buscará algún tipo de técnica apropiado para cada caso.
  2. Realizar prácticas de meditación.
  3. Someterse a procesos de hipnosis.
  4. Informarse acerca del objeto de temor, la aeronavegación y lo segura que es, puesto que muchas veces se teme por ignorancia.
  5. Aprender técnicas de relajación.
  6. En el momento del despegue pensar en algo lindo, tal vez un recuerdo de la niñez.
  7. Hablar de nuestros temores con nuestro compañero de vuelo, tal vez nos ayude a sobrellevarlo.
  8. Confiar en el personal abordo ya que están preparados para cualquier tipo de improviso.
  9. Realizar algún deporte como paracaidismo o aladeltismo puede ayudarnos a vencer esta fobia específica a volar.
  10. Recordar que el avión es uno de los medios de transporte mas seguros del mundo!
  11. Ver también » ¿Cómo viajar más cómodos en avión?

Alguien alguna vez dijo que «cuando la razón y la imaginación entran en juego siempre vence la imaginación», por eso la idea es trabajar en dejar de imaginar que algo malo ocurrirá si abordamos un avión, y pensar que es un transporte bien seguro, de tal manera que de una vez por todas «la razón le gane la partida a la imaginación», que en este caso es la responsable directa de esta fobia a volar! Buena suerte!

 

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