Arrugas en los ojos: ¿cómo quitar las «patas de gallo» para siempre?

Arrugas en los ojos: quitando las patas de gallo

A las arrugas en los ojos comúnmente se las suele llamar “patas de gallo”, porque nacen a los lados de los ojos, en sentido casi horizontal formando como una especie de abanico, que imita la forma de las patas de dicho animal.

Estas por lo general son las primeras arrugas que aparecen, y dan cuenta del inicio de una etapa biológica, aunque en algunas personas y por diferentes razones salen precozmente, antes de lo que se espera.

Hay factores que favorecen la aparición de las primeras arrugas, y son justamente debido al “no cuidado de la piel”.

Factores que las causan:

  1. Exposición solar: Esto se debe a que el sol reseca la piel y sus rayos causan destrucción a nivel de las fibras de colágeno y elastina. Causando el envejecimiento celular y la aparición de arrugas.
  2. Hábito de fumar: porque disminuye la oxigenación celular y favorece la aparición de radicales libres.
  3. Vivir o trabajar en climas de temperaturas extremas.
  4. Exposición a la luz fuerte: hace que por repetición del gesto de cerrar los ojos, por la molestia de esa luminosidad, produzca la aparición de líneas en la piel.

Productos y tratamientos dermo-cosméticos:

  1. Cremas anti-age.
  2. Crema para el contorno de los ojos.
  3. Lociones ricas en silicio.
  4. Pipetas de uso tópico enriquecidas con vitaminas.

Tratamientos para cada necesidad:

  1. Tratamiento con láser, sobre todo CO2.
  2. Toxina botulínica.
  3. Rellenos inyectables de ácido hialurónico o colágeno.
  4. Peeling químico o mecánico.
  5. Microdermoabrasión.
  6. Tratamiento con luz pulsada.

Ayuda a potenciar los resultados:

  1. Comer saludablemente.
  2. Beber como mínimo 2 litros de agua por día.
  3. Realizar actividad física regular no menos de tres veces a la semana, aproximadamente 40-60 minutos cada vez.
  4. Usar cremas o lociones hidratantes.
  5. Usar bloqueadores solares
  6. Usar anteojos de sol de buena calidad, que realmente filtren los rayos perjudiciales.

Por suerte cada vez hay más productos y tratamientos para combatir las patas de gallo, y todos ellos muy efectivos. Pero insisto, no olvidar que hay que ocuparse de cuidar nuestra piel para evitar daños posteriores, porque sin duda alguna es mejor prevenir que curar.

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