Jabón facial para arrugas: cuál debes comprar, y por qué

jabon facial para arrugas

La higiene del rostro involucra dos elementos: agua y jabón. Parece una obviedad, pero lo cierto es que dentro de ambas vertientes podemos tomar decisiones para evitar la proliferación de arrugas en la piel. Por un lado, el agua de grifo contiene una sustancia erosiva, el cloro; por otro, necesitamos emplear un jabón facial para arrugas que evite la sequedad y otorgue una correcta humectación. A esto debemos sumarle la posibilidad de usar jabones con sustancias naturales que marcarán toda la diferencia al momento de combatir el paso del tiempo. Veamos qué podemos hacer para evitar arrugas en nuestra cara, y también, por qué no, en el resto del cuerpo.

No sólo se trata del jabón correcto: el agua potabilizada también produce arrugas

Sí, lamento decírtelo pero es así: para potabilizar el agua se emplea cloro y flúor. Ambos elementos químicos van erosionando la piel de nuestro rostro con el tiempo. Para evitar esto existen sólo dos alternativas: lavarse la cara una o dos veces por día, y no más de eso. Pero, si queremos ser más exquisitos aún, podemos emplear agua natural embotellada, o bien destilada. Todo depende del grado de cuidado que pongamos en nuestra piel. En este contexto, cada uno sabrá hasta dónde quiere llegar para evitar las arrugas.

Adicionalmente, te recomiendo no frotar tu piel con la toalla para secarla, sino más bien presionar suavemente para que el exceso de agua sea absorbido por la tela (estirar tu piel con la toalla cada día produce, con el tiempo, arrugas). Tras el lavado de tu rostro (incluso después de haberte bañado todo el cuerpo), es importante emplear un hidratante de base acuosa. Lo más cómodo es comprar estos productos y colocarlos en un dispenser de jabón de manos en tu mesada del baño mismo, para tenerlo próximo. Lo frotas para distribuirlo entre tus manos, y luego te aplicas un «mimo» en la piel de la cara, para hidratarla tras el lavado. Este es uno de los mejores consejos que puedo darte para mantener tu rostro libre de arrugas.

Tipos de jabones que evitan las arrugas

Productos naturales que mantienen la piel saludable son comúnmente empleados por los fabricantes para generar sus jabones anti-age. Entre los elementos más comercializados encontramos el aloe vera, el aceite de coco, la zanahoria y la miel. Algunos jabones naturales de pequeños fabricantes, si bien costosos, combinan varias de estas sustancias para lograr productos de extrema calidad. Busca jabones que contengan uno o más de los siguientes elementos (¡a tomar nota!):

  1. Aloe vera (líder indiscutido entre las sustancias que cuidan y regeneran nuestra piel).
  2. Té verde (es altamente descongestivo; una piel deshinchada es un gran paso para ganarle a la aparición de arrugas en el rostro).
  3. Pomelo rojo (cargado con vitamina C, uno de los mejores antioxidantes naturales).
  4. Zanahoria (por sus carotenos que intervienen en la regeneración de las células de la piel).
  5. Aceite de Argán (repleto de ácidos grasos esenciales, tocoferoles y fitoesteroles —en otras palabras, antioxidantes).
  6. Ginseng (los chinos lo saben desde hace años: es el más poderoso generador de colágeno del planeta —léase firmeza para tu piel).
  7. Aceite de coco (humectante, proteico, alivia el acné, la psoriasis y la irritación o dermatitis).
  8. Miel (antioxidante, protector, cicatrizante y gran regenerador de la piel).

Es conveniente examinar las etiquetas de los productos, aunque no vayamos a comprarlos de inmediato, para comprobar qué elementos de origen natural emplean en sus jabones «antiarrugas». Ya en casa, basta investigar por internet para tener una idea más cabal de la razón del uso de estas sustancias y sus bondades. Al menos, eso es lo que vuestra humilde Isabella hace. Creo que no hay etiqueta que no lea, y posteriormente investigue los datos que encuentro.

Jabones anti-age de calidad

Los jabones buenos de verdad son mucho más costosos que los meramente cosméticos. Una de las cosas que aprendí es que no es conveniente emplear los del tipo antibacteriano: las bacterias «buenas» de la piel, las que se comen nuestras células muertas ayudando a la regeneración de tejido, mueren con mayor facilidad que las bacterias nocivas. Entonces, los productos antibacterianos le dejan el paso libre a la proliferación de las bacterias que producen infecciones. Tengan cuidado con eso. Además (y atención con este detalle), no confundan jabones naturales con jabones aromáticos. Un jabón que dice «aloe vera» puede tener aroma a aloe vera, pero no contener verdaderamente extracto de esta planta. Los jabones aromáticos están fabricados junto con esencias artificiales perjudiciales, mientras que los que contienen sustancias naturales muchas veces no tienen un aroma fuerte. La diferencia inmediata en la veracidad del producto la encontrarán en su alto costo.

Por último, busquen jabones pertinentes a su tipo de piel. Si poseen sequedad, deben emplear jabones con sustancias humectantes, o bien aplicarse tras el lavado, y como comenté al principio del análisis, un humectador de base hídrica. Si, en cambio, vuestra piel resulta grasosa, los jabones que contienen glicerina en su formulación son mejores para captar el exceso de cebo en la piel.

¿Preguntas o comentarios? No duden en escribirlos debajo. ¡Y a cuidarse la piel, amigas!

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